Villarrasa
Dehesa nueva
Precioso paraje de Campiña lleno de olivos y matorral mediterráneo, surcada por una rica red de arroyos que alimentan al río Tinto. Desde estas tierras se divisan los primeros cerros de Andévalo, cercanos a la localidad de Valverde del Camino.
Es aquí, dentro de la Dehesa Nueva, donde se localiza el conocido paraje Huerto del Hambre, lugar donde se celebra la romería en honor de San Isidro Labrador.
La Dehesa Nueva fue otorgada por el rey Fernando VII al pueblo de Villarrasa en reconocimiento por su crucial papel en la Guerra de la Independencia contra Napoleón. Desde entonces, esta propiedad comunal ha surtido a la localidad de leña, caza y otros productos. La Sociedad de Cazadores de Villarrasa desarrolla allí su actividad, gracias a la abundancia de especies como el conejo y la perdiz.
Capilla de Santa Cruz de Arriba
Data de 1988 pero parece que ya hubo capillas anteriores en este mismo solar. Es una construcción de estilo barroco andaluz, con formas armoniosas y un espléndido aprovechamiento de la luz y el espacio, habiendo logrado una serena conjunción entre sobriedad y grandiosidad. Entre su ajuar destacan piezas de orfebrería, bordados y cerámica trianera.
El Cortijo
Los romanos dejaron sus huellas en esta zona. Aquí fueron hallados restos de esta época, como una columna de mármol que se conserva en el Museo Arqueológico Provincial de Huelva.
La Tenería
Es una sencilla capilla que fue una antigua curtiduría de pieles. En ella tuvo lugar, según la tradición, la aparición de la Virgen de Los Remedios, la patrona de Villarrasa, en 1503.
Iglesia de Nuestra Señora de las Angustias (Bien de Interés Cultural)
Es una construcción del siglo XVI que aprovecha la cimentación de edificaciones anteriores, siendo la parte más antigua la nave central. En siglos posteriores se cumplió el resto de la obra, incorporando elementos renacentistas y barrocos. Conserva en su interior una talla de Ntra. Sra. De las Angustias, piedad esculpida por Castillo Lastrucci en 1948, que sustituye a la perdida en 1936.
En la actualidad la ermita es sede de la cofradía del Stmo. Cristo de la Bondad y ha sido recientemente restaurada por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía.
Ayuntamiento
Es un edificio de 1999, de corte tradicional, que se adapta perfectamente al entorno y que resalta los elementos más típicos de la arquitectura del Condado. Su fachada principal es de corte neoclásico con un reloj.
Ermita de San Roque
Construida en 1655 por orden del Cabildo civil y eclesiástico en honor a dicho santo protector de las epidemias. Se erige en uno de los puntos de entrada del pueblo, al igual que en otros pueblos como Manzanilla. La construcción sigue las características propias de estas edificaciones para santos protectores de la localidad.
Es actualmente la sede de la Hermandad del Roció de Villarrasa.
Iglesia de San Vicente Mártir
Es el centro de la vida religiosa de este pueblo. Originalmente fue una iglesia mudéjar y barroca, pero fue reconstruida tras la guerra civil debido a las malas condiciones en que quedó. Actualmente se puede enmarcar dentro de un estilo neomudéjar.
La decoración, tanto barroca como mudéjar, recorre todos los muros del templo que destacan por la blancura de sus paredes. En su interior destacan grandes obras de arte como la Virgen del Rosario y la Virgen Niña de Santa Ana, que datan del siglo XVII e importantes piezas de orfebrería de los siglos XVII y XVIII.
Puente Gadea
El antiguo Puente Gadea construido en 1935 constituye un referente en el paisaje de Villarrasa. Se eleva sobre el río Tinto y permitía cruzar de una margen a otro del río. En éstas se definen dos unidades paisajísticas diferentes.
En la margen sur (la más cercana a Villarrasa), encontrarás terrenos con suaves cerros, donde verás cultivos de cereal o de olivo. Además, avistarás la finca de La Zorrera, una explotación de ganadería brava que salpica el terreno de encinas. En este lado del río es donde se sitúa el llamado Molino Gadea y la vieja línea de tren.
En la margen norte, este paisaje es sustituido por eucaliptos, pinos y más cercanos al cauce, adelfas y genista, produciéndose por tanto un cambio gradual en el paisaje, desde aquí hasta el Andévalo.
Capilla de la Santa Cruz del Campo
Se trata de una construcción de estilo gótico-renacentista, aunque reciente (1981). Destaca la cerámica sevillana y en su interior la orfebrería de Villarreal, siendo la obra más importante la titular de la Hermandad, conocida también como Cruz de Debajo de mitad del siglo XVIII realizada por el convento del Socorro de Sevilla.
Ermita de Nuestra Señora de los Remedios
Su estructura actual es barroca y destacan su espadaña y cúpula. En ella se rinde culto a la patrona de la localidad, Ntra. Sra. De los Remedios, cuya talla es la policromada, concebida como alto relieve que responde a la tradición tardo gótica, pero también contiene elementos renacentistas. El frontal es altar del siglo XVII, construido en plata y de estilo barroco mejicano. Llama también la atención un fresco del siglo XVIII que muestra la aparición de la Virgen.
Yacimiento de La Alquería
Se trata de yacimiento de los primeros vestigios humanos hallados en esta población. Datan del calcolítico. Están constituidos por un sepulcro en galería cubierta.
Molino de la Vadera
Villarrasa es el pueblo de la provincia que aglutina los molinos más llamativos. Se trata de construcciones que salpican el río Tinto y que en su día sirvieron para moler el trigo sembrado en los alrededores. Estos molinos están construidos en piedra y se encuentran normalmente junto a pequeños diques. No están escondidos, son perfectamente visibles si recorres a pie o en bici las distintas rutas de senderismo de la comarca del Condado. Los molinos harineros de Villarrasa son tan espectaculares porque la piedra de la que están hechos se tiñe del color rojo de las aguas del río, dejándonos una estampa que hace de esta zona un lugar sumamente característico y muy fotografiado.
Molino de la Torre
Villarrasa es el pueblo de la provincia que aglutina los molinos más llamativos. Se trata de construcciones que salpican el río Tinto y que en su día sirvieron para moler el trigo sembrado en los alrededores. Estos molinos están construidos en piedra y se encuentran normalmente junto a pequeños diques. No están escondidos, son perfectamente visibles si recorres a pie o en bici las distintas rutas de senderismo de la comarca del Condado. Los molinos harineros de Villarrasa son tan espectaculares porque la piedra de la que están hechos se tiñe del color rojo de las aguas del río, dejándonos una estampa que hace de esta zona un lugar sumamente característico y muy fotografiado.
Molino de Centeno
Villarrasa es el pueblo de la provincia que aglutina los molinos más llamativos. Se trata de construcciones que salpican el río Tinto y que en su día sirvieron para moler el trigo sembrado en los alrededores. Estos molinos están construidos en piedra y se encuentran normalmente junto a pequeños diques. No están escondidos, son perfectamente visibles si recorres a pie o en bici las distintas rutas de senderismo de la comarca del Condado. Los molinos harineros de Villarrasa son tan espectaculares porque la piedra de la que están hechos se tiñe del color rojo de las aguas del río, dejándonos una estampa que hace de esta zona un lugar sumamente característico y muy fotografiado.
Molino de Gadea
Villarrasa es el pueblo de la provincia que aglutina los molinos más llamativos. Se trata de construcciones que salpican el río Tinto y que en su día sirvieron para moler el trigo sembrado en los alrededores. Estos molinos están construidos en piedra y se encuentran normalmente junto a pequeños diques. No están escondidos, son perfectamente visibles si recorres a pie o en bici las distintas rutas de senderismo de la comarca del Condado. Los molinos harineros de Villarrasa son tan espectaculares porque la piedra de la que están hechos se tiñe del color rojo de las aguas del río, dejándonos una estampa que hace de esta zona un lugar sumamente característico y muy fotografiado.
Molino de Juan Muñoz
Villarrasa es el pueblo de la provincia que aglutina los molinos más llamativos. Se trata de construcciones que salpican el río Tinto y que en su día sirvieron para moler el trigo sembrado en los alrededores. Estos molinos están construidos en piedra y se encuentran normalmente junto a pequeños diques. No están escondidos, son perfectamente visibles si recorres a pie o en bici las distintas rutas de senderismo de la comarca del Condado. Los molinos harineros de Villarrasa son tan espectaculares porque la piedra de la que están hechos se tiñe del color rojo de las aguas del río, dejándonos una estampa que hace de esta zona un lugar sumamente característico y muy fotografiado.